Al automóvil no se le puede llamar un transporte seguro, por lo que no es sorprendente que muchos conductores novatos teman a conducir. Como regla general, el miedo a los automóviles es más susceptible en las mujeres, porque tienen mayor sentido de autopreservación y responsabilidad por los pasajeros. Las causas del trastorno de pánico en el volante son muchas: tener miedo de atropellar a alguien, o tener en un accidente, o aparecer en un atasco. Cualesquiera que sean los orígenes de tu fobia, como cualquier otra, puede ser vencida.
Instrucciones:
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Con tus miedos, puedes y debes luchar, de lo contrario se acumulan e intensifican, lo que conlleva a un estado de estrés. Una persona que se enfrenta a sus fobias está constantemente en un estado tenso, poniéndote nervioso y agresivo. Ponte una meta para vencer este miedo. La mejor manera de deshacerse del miedo es mirarlo a la cara, por lo que practicar conducir es lo único que realmente puede ayudar contra nuestro miedo al volante.
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Primero, viaje solo con un conductor experimentado en el asiento co-piloto. Puede ser un hermano, un padre o un amigo. Pero debería ser solo un asistente, y nunca un instructor crítico nervioso. Su objetivo — apoyarte moralmente y, si es necesario, dar consejos, alabar y respaldar, no tiene que darte explicaciones de cómo conducir. Debes aprender a controlar la carretera y tomar decisiones o desarrollar rápidamente un reflejo de responder a las exigencias de la carretera. Tan pronto, como te sientes que durante el viaje con un compañero el miedo retrocede, procede al siguiente paso.
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Comienza a conducir solo. Siéntate en el volante cada vez que necesites hacer un pequeño recado, incluso a comprar pan. Al principio, no hagas viajes largos a los pueblos por toda la ciudad, es mejor viajar menos, pero con mayor frecuencia. Elije rutas conocidas, y cámbialas gradualmente.
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Cada vez que cojas el coche, usa la herramienta de visualización. Siéntate detrás del volante e imagina que eres conductor Formula1 en la carretera, adelantando hábilmente a otros automóviles. Piensa en las situaciones durante el trayecto que es lo que más temes. Tal ejercicio se puede hacer varias veces durante el día. Si te imaginas a ti mismo como un maestro de la conducción, pronto te convertirás en uno.
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Se dice que el primer auto para un principiante debe ser viejo y desgastado, porque no da pena estropearlo. Pero todos olvidan que el automóvil debe ser amado, para que pueda sentirse cómodo y relajado en él. Por lo tanto, es deseable tener un coche nuevo y hermoso. Pero si esto no es posible, arregle siempre el espacio interior con amor. Este es tu territorio personal, y debes cuidarlo como tu casa. Deja que sea limpio y acogedor. Verifica el botiquín de primeros auxilios, asegúrate de que tenga todo lo que necesita. Mantén gafas de repuesto en la guantera si tiene problemas de vista.
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Según los psicólogos, el miedo a conducir se debe a la baja autoestima. Para mejorarlo, establece pequeños objetivos y alcanzarlos. Por ejemplo, conducir solo en la ruta habitual, que a menudo viajabas con tu co-piloto. Las pequeñas victorias te permitirán creer en ti mismo, y así, al volante te sentirás más seguro.