Es fundamental que los padres comprendan que ciertos comportamientos en los niños, como morderse las uñas o hurgarse la nariz, suelen ser manifestaciones de necesidades emocionales o psicológicas más profundas. Estas acciones no deben interpretarse como «malos hábitos» per se, sino como respuestas a determinados estÃmulos o situaciones. Aquà algunas formas de abordarlos.
Mantén la Calma
Los niños pueden recurrir a comportamientos como morderse un dedo o su ropa como una forma de lidiar con la ansiedad, la tensión o el miedo. Se trata de conductas de autoconsuelo. En lugar de reprenderlos, es crucial identificar y atender la causa raÃz de ese estrés. Ofrecer confort mediante el afecto fÃsico y palabras tranquilizadoras es importante. Si el miedo o la ansiedad persisten y no puedes aliviarlos, considera buscar la ayuda de un psicólogo infantil.
Influencia de los Padres
Los niños son muy observadores y a menudo imitan o reaccionan al comportamiento de los padres. Si un niño se siente avergonzado o castigado en público, puede desarrollar ciertos comportamientos como una forma inconsciente de rebelión o autoexpresión. Mantener una conversación tranquila y en privado con el niño, ayudándole a expresar sus emociones y asegurándole tu comprensión y apoyo es esencial.
Autocastigo
Conductas como morder la piel alrededor de las uñas o hurgar en heridas pueden ser, en ocasiones, una forma de autocastigo, especialmente si el niño está molesto o no satisfecho consigo mismo. Evalúa si el niño está bajo demasiada presión, ya sea académica o de otro tipo. Asegúrate de que tenga suficiente tiempo para jugar y descansar. También, considera el ambiente familiar; un entorno tenso o culpabilizante puede contribuir a este comportamiento. Dedica tiempo de calidad con tu hijo haciendo actividades que disfrute.
En resumen, es clave entender las razones subyacentes detrás de estos comportamientos. En lugar de verlos como malos hábitos a eliminar, deberÃan considerarse como indicadores del estado emocional o necesidades del niño. Abordar estas causas subyacentes con empatÃa, apoyo y orientación adecuada, suele llevar a una disminución natural de estos comportamientos.